Laudes 6 de marzo

Liturgia de las horas II sábado de Cuaresma 6 de marzo

Laudes 6 de mar

Laudes

 

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

HIMNO

Los hombros traigo cargados

de graves culpas, mi Dios;

dadme esas lágrimas vos

y tomad estos pecados.

 

Yo soy quien ha de llorar,

por ser acto de flaqueza;

que no hay en naturaleza

más flaqueza que el pecar.

 

Y, pues andamos trocados,

que yo peco y lloráis vos,

dadme esas lágrimas vos

y tomad estos pecados.

 

Vos sois quien cargar se puede

estas mis culpas mortales,

que la menor destas tales

a cualquier peso excede; ‘

 

y, pues que son tan pesados

aquestos yerros, mi Dios,

dadme esas lágrimas vos

y tomad estos pecados.

 

Al Padre, al Hijo, al Amor,

alegres cantad, criaturas,

y resueno en las alturas

toda gloria y todo honor.

 

Amén.

SALMODIA

Ant 1. Por la mañana proclamamos, Señor, tu misericordia de noche tu fidelidad.

SALMO 91

ALABANZA DEL DIOS CREADOR

Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad,
con arpas de diez cuerdas y laúdes,
sobre arpegios de cítaras.

Tus acciones, Señor, son mi alegría,
y mi júbilo, las obras de tus manos.
¡Qué magníficas son tus obras, Señor,
qué profundos tus designios!
El ignorante no los entiende
ni el necio se da cuenta.

Aunque germinen como hierba los malvados
y florezcan los malhechores,
serán destruidos para siempre.
Tú, en cambio, Señor,
eres excelso por los siglos.

Porque tus enemigos, Señor, perecerán,
los malhechores serán dispersados;
pero a mí me das la fuerza de un búfalo
y me unges con aceite nuevo.
Mis ojos despreciarán a mis enemigos,
mis oídos escucharán su derrota.

El justo crecerá como una palmera,
se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios;

en la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
que en mi Roca no existe la maldad.

Ant.  Por la mañana proclamamos, Señor, tu misericordia de noche tu fidelidad.

Ant 2. Dad gloria a nuestro Dios.

Cántico Dn 32, 1-12

BENEFICIOS DE DIOS PARA CON SU PUEBLO

Escuchad, cielos, y hablaré;
oye, tierra, los dichos de mi boca;
descienda como lluvia mi doctrina,
destile como rocío mi palabra;
como llovizna sobre la hierba,
como orvallo sobre el césped.

Voy a proclamar el nombre del Señor:
dad gloria a nuestro Dios.
Él es la Roca, sus obras son perfectas,
sus caminos son justos,
es un Dios fiel, sin maldad;
es justo y recto.

Hijos degenerados, se portaron mal con él,
generación malvada y pervertida.
¿Así le pagas al Señor,
pueblo necio e insensato?
¿No es él tu padre y tu creador,
el que te hizo y te constituyó?

Acuérdate de los días remotos,
considera las edades pretéritas,
pregunta a tu padre, y te lo contará,
a tus ancianos, y te lo dirán:

Cuando el Altísimo daba a cada pueblo su heredad
y distribuía a los hijos de Adán,
trazando las fronteras de las naciones,
según el número de los hijos de Dios,
la porción del Señor fue su pueblo,
Jacob fue el lote de su heredad.

Lo encontró en una tierra desierta,
en una soledad poblada de aullidos:
lo rodeó cuidando de él,
lo guardó como a las niñas de sus ojos.

Como el águila incita a su nidada,
revolando sobre los polluelos,
así extendió sus alas, los tomó
y los llevó sobre sus plumas.

El Señor solo los condujo,
no hubo dioses extraños con él.

Ant.  Dad gloria a nuestro Dios.

Ant 2.  ¡Qué admirable es tu nombre, Señor, en toda la tierra!

Salmo 8

Majestad del Señor y dignidad del hombre

Señor, dueño nuestro,
¡qué admirable es tu nombre
en toda la tierra!

Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza contra tus enemigos,
para reprimir al adversario y al rebelde.

Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
el ser humano, para darle poder?

Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies:

rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por el mar.

Señor, dueño nuestro,
¡qué admirable es tu nombre
en toda la tierra!

Ant.  ¡Qué admirable es tu nombre, Señor, en toda la tierra!

LECTURA BREVE Cf. Ne 8, 9. 10

«Lavaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones. Cesad de obrar mal, aprended a obrar bien; buscad lo que es justo, haced justicia al oprimido, defended al huérfano, proteged a la viuda. Entonces, venid, y litigaremos —dice el Señor—. Aunque vuestros pecados sean como la grana, blanquearán como la nieve; aunque sean rojos como escarlata, quedarán blancos como lana.»

RESPONSORIO BREVE

V.  Él me librará de la red del cazador.
R. Él me librará de la red del cazador.

V.  Me cubrirá con su plumaje.
R. Él me librará de la red del cazador.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R.  Él me librará de la red del cazador.

 

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Padre mío, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo,
trátame como a uno de tus jornaleros.

Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Padre mío, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo,
trátame como a uno de tus jornaleros.

PRECES

Demos gracias siempre y en todo lugar a Cristo, nuestro Salvador, y supliquémosle,
diciendo:

Ayúdanos, Señor, con tu gracia.

Concédenos guardar sin mancha nuestros cuerpos, para que el Espíritu Santo pueda habitar en ellos

Desde el comienzo del día acrecienta en nosotros el amor a nuestros hermanos, y el deseo de cumplir tu voluntad en todas las acciones de esta jornada.

Danos hambre del alimento que perdura y da vida eterna, y que tú diariamente nos proporcionas.

Que interceda por nosotros tu santísima Madre, refugio de pecadores, para que obtengamos el perdón de nuestros pecados

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Pidamos al Padre que nos libre de todo mal, repitiendo la oración que Cristo nos enseñó:

Padre nuestro…

ORACION

Dios nuestro, que, por medio de los sacramentos, nos permites participar de los bienes de tu reino ya en nuestra vida mortal, dirígenos tú mismo en el camino de la vida, para que lleguemos a alcanzar la luz en la que habitas con tus santos. Por nuestro Señor Jesucristo.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.