11 de marzo

Escuchar es vivir de cara a Dios

III Jueves de Cuaresma

LA ESCUCHA
11 de marzo

Hoy el Señor nos enseña algo muy importante para todo cristiano: LA ESCUCHA DE SU PALABRA, de la cual hablábamos un poco ayer, y que, justamente, es de la que adolece la sociedad actual en la vida cotidiana.

Así es, puede ser que se oiga mucho, pero se termine escuchando poco, y precisamente es ese el reproche que el Señor hace a su pueblo a través del profeta: «No escucharon ni hicieron caso. Al contrario, caminaron según sus ideas, según la maldad de su obstinado corazón. Me dieron la espalda y no la cara».

De ahí que la escucha exija una atención de todo el ser, es decir, un ponerme de cara a Dios para que todas mis facultades humanas estén atentas a la Palabra que se me comunica, y según esa disposición para escuchar, se desarrolle en mí la capacidad de guardar lo escuchado.

La sordera, medicamente hablando, es definida como la incapacidad auditiva total o parcial que una persona puede llegar a experimentar por distintas causas: Enfermedad contraída, anomalía congénita, el haber estado expuesto a altos niveles de ruido, la vejez, entre otras causas… No olvidemos que la sordera puede darse en distintos grados, por ejemplo, a las personas cuya pérdida de audición es entre leve y grave, se les llama “duras de oído”.

Pues bien, de la misma manera puede suceder en la vida espiritual, podemos llegar a ser duros, y muy endurecidos, pero ya no tanto de oído, sino “duros de corazón”; podemos tornarnos en obstinados y caprichosos, queriendo siempre imponer nuestros deseos y apetencias, olvidándonos del antiguo adagio que tanta razón tiene: “No hay peor sordo que el que no quiere escuchar”.

Por eso, para que nuestra fe en Dios se haga más profunda, hasta transformarse en adhesión total a Cristo, es necesario que en esta Cuaresma pidamos el auxilio de la Santísima Virgen para que, como Ella, nuestro anhelo de cumplir en todo la Voluntad de Dios crezca, con nuestro consentimiento de que no se haga nuestro querer, sino lo que Él quiera, cuando Él lo desee y de la manera que Él lo quiera.

Compromiso de hoy

San Juan Bosco decía que Dios dio al hombre dos oídos y una boca, para que empleara más tiempo en escuchar que en hablar. En este día, guardemos más el silencio y estemos atentos a escuchar, a Dios y a nuestros hermanos.