CARISMA DE LOS PEREGRINOS DE LA EUCARISTÍA

Es vivir la existencia Eucarística de nuestro Señor Jesucristo, en alegre expropiación de la propia voluntad y en pobreza

«DATE ILLIS VOS MANDUCARE»
Carisma Sacerdotes

1

¿QUÉ ES VIVIR LA 
Existencia Eucarística
de nuestro Señor Jesucristo?

Es ser alimento para la vida del mundo. Nuestro Señor Jesucristo se ha querido quedar entre nosotros en el misterio Eucarístico como Alimento de Vida eterna,

2

¿COMO SOMOS alimento?

Mediante la expropiación de la
propia voluntad.
“Mi Alimento es hacer la Voluntad del
que me ha enviado y llevar a cabo su
obra” (Jn 4,34).

3

¿QUE ES LA expropiación de la propia voluntad?

Se define como la total disponibilidad para servir a Dios y los hombres como corderos. Y tal disponibilidad se alcanza por la escucha y guarda de la Palabra de Dios (que es su Voluntad),

FRUTOS DE LA expropiación 

de la propia voluntad

ser Sacramento de Unidad

“Mirad como se aman”

Revela la presencia del amor de Dios que nos hace familia y que emerge de la acogida de la Verdad de Dios en el otro y en sí mismo.

vivir el Espíritu de las Bienaventuranzas

«Dios da el Espíritu Santo a
quienes le obedecen»

Es el don otorgado por Dios a quienes obedeciendo la Verdad se hacen libres para amar y ser amados.

Nuestra espiritualidad es Eucarística y Mariana

“Sicut Agnos” (como Corderos)

EUCARÍSTICA

La Existencia Eucarística de Nuestro Señor Jesucristo, comporta un modo peculiar de ser, de andar y de actuar: El de cordero, “Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”, dándosenos así clara evidencia de que el alimento que se nos ofrece en dicho banquete es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

carisma

MARIANA

Como Madre y Maestra, la Santísima Virgen nos enseña a escuchar, guardar y transmitir la Palabra del Padre, imprimiendo en nuestros corazones esa total disponibilidad, mediante aquellas palabras dirigidas a los siervos en las bodas de Caná: “Cualquier cosa que Él os diga hacedla” (Jn 2,5).
Escuchar dicho consejo de la Madre, hace que podamos ser alimento para la vida del mundo, sirviendo a Dios y a los hombres como Corderos.